Cargando las algas en la playa de Hornbek
Quizás penséis que esta actividad sólo se llevaba a cabo en los países del norte de Europa (o en el norte de España, como ya hemos contado otras veces). Sin embargo, esta labor tenía lugar hasta hace bien poco en localidades gaditanas. Cuenta Sebastián Tirado, docto marinero y gran conversador, regente del chiringuito chipionero Entre Dunas, en su costumbrista libro "Capitán Salmedina" que tengo entre mis manos, cómo el capitán, escondido entre las dunas, observó atónito como...
"unos mozos, al bajar a la playa, sobre los carros, venían sujetando unos enormes tridentes, que suponía de madera, una vez sobre la enorme mancha parduzca, se lanzaban sobre la misma y los clavaban sobre la masa y cual pasto del mejor trigo o maiz, lanzaban aquello al interior del carro que desprendía un enorme olor a marisco, corrompido a veces, y otras un olor a mar que apetecía comer y después, una vez cargados y chorreando agua por los bajos, se colocaban uno delante, tirando de la jáquima del lantero o animal colocado en primer término del carro y el otro detrás empujando y animando a las bestias en su marcha hacia el interior"
Este texto refleja el uso tradicional de la ceba o masas de algas que se hacía en el pueblo de Rocío Jurado para abonar los campos a la espalda de los cordones dunares.

Os recomiendo una visita al chiringuito, donde podréis degustar el mejor pescado de los caladeros de la villa marinera y una lectura de este libro, escrito con pasión, para recordar tradiciones chipioneras, muchas tal vez perdidas.