A fe mía que las aguas del lugar deben ser generosas, pues al poco tiempo volví y lo que dos semanas antes parecían simples pelillos acabaron tornándose en melenas. A ver si me entero e indago el potencial biofiltrador de estas algas.
El sistema con algas antes y después de un par de semanas.
Otro sistema curioso que he podido observar es el que Carlos y Antonio estaban poniendo en práctica, en este caso con Ulváceas. Estas denostadas algas, capaces de proliferar hasta biomasas impresionantes si hay un episodio de eutrofización, pueden biofiltrar cantidades sensibles de nutrientes en las instalaciones de acuicultura.
Extrayendo ulvas en los canales de desague.
Pude contemplar cómo se están ensayando sistemas sencillos de cultivos en balsas para estimar el potencial biomitigador de las ulvas y así poder desarrollar experiencias a mayor escala. ¡Quien sabe si serán capaces los algandianos de conseguir el objetivo buscado de no generación de vertidos al agua!
A pesar de que Antonio, al recolectar algas preguntaba con cierto sarcasmo ¿Y esto es lo que se come la gente?, en la provincia de Cádiz hay ya una cultura gastronómica que pone las algas en la mesa, tal como he contado ya en veces anteriores. !Ya invitaremos a Antonio a que pruebe estos frutos de la mar, bien en tortitas de camarones o acompañando el rico pescado de la bahía!
Así quedó el diseño final, con algandianos verdes, rojos y ostiones.