Las algas probablemente sean del género Aegagropila o del tipo de la Cladophora aegagropila. Este fenómeno de formación de masas de talos entrelazados hasta originar una morfología circular tras rodar y rodar (como la piedra en el camino que enseñó cuál era mi destino) por los fondos marinos, no es sólo propio de los algandianos. Los afortunados habitantes de las costas del Mediterráneo saben que bolas simlares se forman por restos de hojas y rizomas de Posidonia oceanica, la joya de las plantas marinas, endémica del Mare nostrum.
Nosotros en Cádiz estamos acostumbrados a ver bolas de Codium bursa, que llaman la atención a los veraneantes incrédulos de ver algas redondas y hacen las delicias de los niños en la playa.