Paseando por Cádiz, junto al parque genovés penetré en un edificio de la Universidad llamado Aulario La Bomba, hoy rebautizado como Edificio Constitución 1812 en honor a La Pepa, la madre de todas las constituciones modernas. Algo en el edificio debía ser la bomba porque la entrada albergaba gran multitud. Me acerqué a preguntar qué se celebraba allí, si exposición, concierto o conferencia y cuál fue mi sorpersa cuando me dijeron que se presentaba un libro sobre macroalgas.
Cosa curiosa ver tanto interés sobre los algandianos pero tras ocupar un sitio al final me di cuenta de que la ocasión lo merecía.
La presentación del libro desde mi asiento, en una sala abarrotada.
El libro en cuestión, editado por la Universidad de Cádiz, se titula "¿Las algas se comen? Un periplo por la biología, la historia, las curiosidades y la gastronomía". El acto contaba con la presencia de sus autores, entre los que se encuentra el célebre cocinero Angel León, quien lleva el cognomento del Chef del Mar.
Portada del libro con una foto de Codium hecha en la playa de Valdelagrana.
La verdad es que el libro debe ser uno de los mejores textos que sobre algas se han escrito en la lengua de Cervantes. Contiene dibujos originales sobre numerosas especies de algandianos, obra de Vanesa González-Ortiz, una edición muy cuidada, unas fotografías excelentes y un texto fácil de seguir y lleno de anécdotas curiosísimas. Termina con un conjunto de recetas con macroalgas elaboradas por lo más granado del mundo de la cocina española.
El libro recibió allí todo tipo de comentarios grandilocuentes que me recordaron a los entrecomillados de las críticas de las mejores películas: obra maestra, único en el mundo, tesoro, estará en todas las escuelas de hostelería, fruto del trabajo incansable de más de 25 años de investigaciones, auténtica maravilla, etc. La presentación se acompañó de una divertida exposición del profesor J.L. Pérez-Lloréns sobre el contenido de la obra.
Tras los comentarios de las personalidades, los asistentes se arremolinaron en algarabía alrededor de la mesa principal para adquirir un ejemplar dedicado por los autores. Yo obviamente compré un ejemplar del libro y ahora lo leo con detenimiento para seguir aprendiendo sobre todo lo que los algandianos han proporcionado a la humanidad.
Los autores firmando ejemplares a la concurrencia agradecida.
Hoy paseando por mi pueblo he visto felizmente el libro en varias librerías. ¿Quien iba a pensar hace años que un libro sobre algandianos iba a estar en exposición junto al Diaro de Greg?
Las algas, bien acompañadas en el escaparate de la librería Casiopea.
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