Si alguien piensa que los habitantes de Algandia no son peregrinos se equivoca. Recorriendo el Camino de Santiago llegué exangüe a Logroño y mis pasos me llevaron a la Calle del Laurel, en concreto a las Letras de Laurel, donde entre un sinfín de exquisitos y elaboradísimos pinchos había uno especialmente llamativo: David, el cocinero, me explicó que la chuletita de cordero sobre las papas estaba bien acompañada de ¡algas!, en este caso una mezcla de wakame (Undaria pinnatifida) y agar prestado por un algandiano rojo. Para mí que había también algo de Ulva... El caso es que el sabor crujiente de las algas regado con un rioja soberano me recompusieron y me dejaron listo para la siguiente etapa del Camino.
Igual de sorprendente fue ver a David disfrutando con la camiseta del Cádiz en estas tierras del norte. Aunque este algarero sea hincha de otro equipo sureño de colores blanquiazules, no pude sino acallar la tasca con un grito de ¡ese Cádiz, joé!, entre las risas de unas niñas que presenciaron el acontecimiento.
Gracias pues a todos los amigos de las Letras del Laurel, que ayudaron a este peregrino a seguir la marcha buscando curiosidades sobre algas.
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