Un día, leyendo plácidamente el diccionario de la Real
Academia Española, encontré la palabra “ceiba”,
definida como “Alga marina en forma de cinta, de unos tres decímetros de largo
y menos de un centímetro de ancho”. La palabra me dejó estupefacto, porque realmente no
existe un algandiano así.
Más me sorprendió otro día hablando con expertos que
estudian plantas marinas en forma de cinta (las tan conocidas fanerógamas
marinas), porque ellos utilizan la palabra “seba”
para referirse fundamentalmente a Cymodocea nodosa. Este término lo emplean sobre todo canarios y catalanes. De tal
palabra deriva “sebadal”, para describir los fondos cubiertos por angiospermas
marinas, bien de C. nodosa o de las
especies del género Zostera.
Buceando entre sebadales andaluces
Me puse por tanto a intentar resolver el entuerto y
consultando textos antiguos encontré que la palabra “ceiba” tiene el
significado de “alga” desde el siglo XVIII, tal como cuenta J.L. Pensado en su
artículo “sobre el origen y vicisitudes de la ceiba alga”. El término podría
ser de origen gallego o de la parte asturiana más occidental, más concretamente
de la palabra gallega ceivo (suelto,
en libertad) o la asturiana ceibe (referida al ganado suelto o
libre). De hecho, desde antiguo se llama ceiba
en Galicia a un alga o sargazo en forma de cinta, como afirma J. Corominas en
el "Diccionario Crítico Etimológico de la Lengua Castellana".
En la región gallega, dos monjes benedictinos recogen términos que parecen ser incluso el origen de la ceiba. El Padre Sarmiento cita a mediados del siglo XVIII los términos ceba, xeba, xebra y seba para referirse a las plantas marinas que arroja el mar y el Padre Sobreira, en su Ensayo para la Historia General Botánica de Galicia registra términos similares, añadiendo además cebre o xebre. En las costas de Andalucía también dicen los textos coetáneos que ceba se utilizaba como ceceo de la norteña seba (debían ser pescadores del barrio de El Perchel…).
En la región gallega, dos monjes benedictinos recogen términos que parecen ser incluso el origen de la ceiba. El Padre Sarmiento cita a mediados del siglo XVIII los términos ceba, xeba, xebra y seba para referirse a las plantas marinas que arroja el mar y el Padre Sobreira, en su Ensayo para la Historia General Botánica de Galicia registra términos similares, añadiendo además cebre o xebre. En las costas de Andalucía también dicen los textos coetáneos que ceba se utilizaba como ceceo de la norteña seba (debían ser pescadores del barrio de El Perchel…).
Mirando aún más lejos, en 1570, A. Laguna, comentando la
obra de Pedanio Dioscórides se refiere al alga marina como ceuas en castellano y seiba
do mar en portugués. De tan lejos podría venir el híbrido entre las dos
lenguas para dar lugar a ceiba como
alga que deja la marea en la playa.
La palabra ceiba por
tanto tiene un origen complicado, siempre más o menos ligada a “algas” con
forma de cinta, que bien podrían ser Ruppias,
Cymodoceas o Zosteras, cuando la distinción del pueblo entre qué eran plantas,
algas o hierbas del mar era inexistente. A principios del siglo XX, son los
hermanos portugueses los que sin duda incluyen ya estos términos para referirse
a las angiospermas marinas. J. T. Da Silva, en su “Diccionario Etymológico,
Prosódico e Orthographico da Lingua Portugueza” incluye un párrafo que no tiene
desperdicio:
“Ceba, en Aveiro
es una planta marina monocotiledonea (Zostera marina) que entra en el molliço* y
se le llama también ceba-do-rio. Nombre de una planta, tal vez análoga a ella y
que se encuentra en el fondo del río de Setubal. Seba: abono, especialmente para las viñas, de plantas marinas, lo
mismo que ceba.
(*Molliço: algas y otras plantas acuáticas que se cogen para
abonos de tierras).
Los gallegos ya han tomado nota de esto y en su Dicionario da Real Academia definen muy certeramente ceba (no ceiba) como "planta acuática marina de la que existen diversas especies, de hojas filiformes, muy abundantes en las costas gallegas".
Los gallegos ya han tomado nota de esto y en su Dicionario da Real Academia definen muy certeramente ceba (no ceiba) como "planta acuática marina de la que existen diversas especies, de hojas filiformes, muy abundantes en las costas gallegas".
Por tanto, cuando mis colegas discutan sobre de dónde viene
el término seba, sebadal o incluso seda al referirse a las fanerógamas marinas,
ruego presten atención a este texto. Tal vez por fin ponga algo de luz a tan
arduas disputas. No olviden en todo caso que un algandiano está detras de todo esto.
¡Señores doctos de la Real Academia Española, no persistan en su tozudez de definir como ceiba a un algandiano cuando sabemos hoy que no lo es! !Dejenlo como un uso antiguo del vocablo y simplemente cambien la acepción a planta marina en forma de cinta, etc. etc.¡ !Así todos sabrán que lo que se define es una fanerógama marina!
¡Señores doctos de la Real Academia Española, no persistan en su tozudez de definir como ceiba a un algandiano cuando sabemos hoy que no lo es! !Dejenlo como un uso antiguo del vocablo y simplemente cambien la acepción a planta marina en forma de cinta, etc. etc.¡ !Así todos sabrán que lo que se define es una fanerógama marina!
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